#Columna #ATiroDePiedra: Tablero sin actores y la vuelta al laberinto
Por Julian Santiesteban
Las condiciones de competencia y los actores de la contienda no terminan por definirse en este que es ya el proceso electoral más polémico de la historia de Quintana Roo, ante lo cual la fecha de inicio de las campañas formales es hasta ahora lo único establecido, pero no los actores que participarán en las mismas.
Esto porque el miércoles 1 de mayo, el Tribunal Electoral de Quintana Roo (Teqroo) consideró procedente una impugnación hecha por el Partido Revolucionario Institucional (PRI) en contra del intento de coalición del Partido de la Revolución Democrática (PRD) y el Partido Acción Nacional (PAN), a la cual el Instituto Electoral de Quintana Roo (Ieqroo) ya había dado entrada y cuyo nombre incluso se hizo público cinco días antes, Juntos Ganamos Quintana Roo. En el nombre llevan la expectativa.
Pero el Teqroo determinó que el tricolor tuvo razón al señalar que la ratificación de ese intento de coalición no fue validado en tiempo y forma por parte de la Asamblea Nacional del blanquiazul, requisito por cierto fundamental para dejar sentada la voluntad de coaligarse con el PRD; otrora su acérrimo enemigo en contiendas electorales.
Por supuesto, este no es el final del intento de coalición que quiere “ganar Quintana Roo”, pues sus dirigentes, inconformes por supuesto, recurrirán tal medida ante la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF)… si, de nuevo ese vetusto órgano que lo que menos ha impartido es justicia, pero cuyas sentencias son inatacables.
Esto ocurre a menos de dos semanas de que inicien las campañas políticas, esperemos pues que el tribunal electoral resuelva con oportunidad y los actores políticos puedan realmente definirse antes del 13 de mayo, pero de entrada la decisión del Teqroo representan una complicación mayúscula para panistas y perredistas, pues imagine el lector tan sólo el hecho de retrasar la elaboración de la publicidad con que contenderán para la renovación de las 15 diputaciones locales y las 10 presidencias municipales de Quintana Roo.
Pero el que se lleva se aguanta, han sido precisamente los perredistas y panistas los que han pretendido resolver en tribunales los procesos electorales, tanto locales como federales, de los últimos 13 años, y en esta ocasión al parecer fueron ellos los que cometieron el error más grave, de manera deliberada o no.
Y recordemos que Quintana Roo no ha sido la única entidad que anula coaliciones entre el PAN y el PRD, este mismo año el tribunal electoral de Zacatecas rechazó la coalición en esa entidad porque el blanquiazul tampoco la ratificó a tiempo; además de que el tribunal local de Veracruz y la Sala Superior del TEPJF rechazaron un intento similar, fundamentados en diversas inconsistencias.
Pareciera que el adefesio que se gesta entre la derecha y la izquierda se niega a nacer, aunque los dirigentes de ambos partidos y en todas las entidades en que pretenden coaligarse PRD y PAN insistan en darle vida artificial, basados tan sólo en el deseo de obtener curules y presidencias municipales, aunque los proyectos de gobierno se diseñen e instrumenten sobre la marcha y en la improvisación.
Así, esperemos a ver qué sorpresa nos brinda ahora el tribunal electoral federal y sus avezados magistrados; pero sobre todo, por el bien de los partidos políticos, sus simpatizantes y militantes, esperemos que tengan un plan B para designar candidatos propios, en caso de que la coalición no les sea ratificada por la Sala Superior, esa que parece más el Olimpo que un órgano impartidor de justicia.
INDEPENDIENTES A LA CARGA
Quienes sí arrancarán campaña y sentarán un positivo precedente en la historia quintanarroense son los 10 aspirantes a diputados y 4 candidatos a alcaldes que aprobó el Instituto Electoral de Quintana Roo, y que obtuvieron dicha nominación por la voluntad expresa de más de veinte mil ciudadanos.
El ejercicio pleno de la libertad de elección comienza a hacerse efectivo, y el reto es entonces para los partidos políticos, pues deberán hacer las reformas necesarias para volver a ser; o seguir siendo, según quieran entenderlo, una opción efectiva para acceder al poder. Veinte mil ciudadanos no es una cifra menor para un primer ejercicio. Se observa desde aquí, A Tiro de Piedra. Nos leemos en la próxima.
Agradezco de antemano sus comentarios al correo gramsci78@hotmail.com